jueves, 3 de marzo de 2022

Motivando a las personas N° 18 Claves para mejorar la agilidad emocional de los líderes


Motivando a las personas N° 18
¿Qué hacemos con las emociones negativas? Claves para mejorar la agilidad emocional de los líderes Carlos Sicurello

Los sentimientos negativos en el trabajo - Ej: miedo al fracaso, culpa por el éxito, frustración por recibir una crítica - pueden ser útiles para la vida profesional y personal. La clave es manejarlas adecuadamente.

Los sentimientos negativos que experimentan las personas tienen tres fuentes básicas: enojo, miedo y tristeza. Generalmente, los líderes sienten enojo cuando lo que están tratando de lograr está obstaculizado. Tienen miedo cuando el futuro implica una alta incertidumbre de enfrentar riesgos no deseados. Están tristes cuando tienen sentimientos de desilusión o pérdida.
Las emociones negativas son de gran ayuda, incluso si algunas de esas emociones son indeseables y no es grato sentirlas. Las emociones son una forma de mensaje sobre cómo estamos haciendo las cosas que son importantes para nosotros, como nuestros objetivos fundamentales, los valores y las relaciones. Ejemplos: Alguien que valora la autonomía, puede sentirse enojado y frustrado por un jefe que gusta de los detalles y el control. Alguien que valora la familia, puede tener sentimientos de culpa por estar largas horas del día en el trabajo. La clave está en ver las emociones como el suministro de información sobre lo que es importante para cada uno de nosotros. Tomar cuenta de las emociones negativas e identificarlas es un primer paso para hacer cambios positivos en la vida.

Desafortunadamente, los líderes a menudo no son capaces de manejar las emociones negativas, son más propensos a tratar de ignorarlas. Cuando se suprimen las emociones tienden a tener niveles más bajos de capacidad para tolerar el estrés, suelen tener los niveles más altos de ansiedad y mayores sentimientos de tristeza. Paradójicamente la supresión de emociones lleva a la ampliación de las mismas. Los líderes creen que la supresión de los sentimientos les ayuda a seguir adelante con su trabajo o resolver un problema, pero en realidad reduce sus recursos cognitivos y repercute negativamente en su capacidad para ser eficaz.

Qué hacer con los sentimientos entonces. Es recomendable tener un enfoque curioso, abierto y comprensible para identificarlos y dar una mejor  respuesta ante ellos. Es bueno preguntarse  ¿Qué están señalando las emociones acerca de nuestros valores, intereses y objetivos?

La interpretación de los sentimientos puede ayudar enormemente a calmar y crear un poco de espacio entre nosotros y nuestras emociones, ejemplo: en vez de decir "estoy tan enojado” convertirlo en “me doy cuenta de que me estoy enojando"; o en vez de decir “no puedo estar con esta persona” convertirla en “estoy notando la necesidad de irme”.

Al darse cuenta de las emociones, al no suprimirlas y apoyándose en ellas se adopta una postura real hacia uno mismo y de la experiencia de uno para luego avanzar de una manera que sea viable y alineada a nuestros valores, intereses y objetivos. Esta capacidad de manejar los pensamientos y sentimientos se la denomina "agilidad emocional"; y ¿tu agilidad emocional como funciona?