Cuando analizamos el comportamiento de los líderes, encontramos básicamente 3 grupos motivacionales: a) los gerentes orientados a las personas, tienen mayor necesidad de reconocimiento y estima. Sus decisiones se basan más en aumentar la aceptación de los colaboradores, b) los gerentes orientados al logro, se esfuerzan en fijar objetivos y cumplirlas. Sus decisiones ponen en primer lugar su propio logro y reconocimiento, c) Los gerentes orientados al poder, mueven a la organización influenciando a las personas a su alrededor. Sus decisiones buscan acumular poder a través de la influencia.
Una cuestión que podemos preguntarnos es si todas estas orientaciones generan comportamientos que tienen como resultado una buena gestión de las organizaciones. La experiencia muestra que los gerentes orientados al poder suelen ser más efectivos. La razón de esta afirmación es la importancia que tiene el poder para influir a los colaboradores en el cumplimiento de metas. Convengamos que ese poder, debería ser gestionado con disciplina y con métodos de control, para que se utilice en lograr las metas de la organización y no metas personales.
¿Cuál debería ser el comportamiento de un gerente orientado al poder que trabaja alienado con la visión de la organización? Básicamente habría que indagar su comportamiento sobre los siguientes aspectos laborales: a) ¿Exige el cumplimiento de las reglas?, b) ¿Delega responsabilidades?, c) ¿Aumenta permanentemente los estándares de desempeño?, d) ¿Otorga recompensas por el trabajo bien hecho?, e) ¿Tiene claridad de objetivos y procesos?, f) ¿Fomenta el trabajo en equipo?
Todos los líderes tienen una motivación dominante y un grado de flexibilidad y/o rigidez para adaptarse a los 2 restantes. A su vez, la flexibilidad puede aumentarse y la rigidez disminuirse, mediante el entrenamiento. Logrando así líderes más efectivos.
Podemos decir cuáles son los comportamientos de un buen gerente. Los líderes de las organizaciones pueden seleccionar a aquellos que tienen más probabilidad de ser buenos líderes y entrenar a aquellos que ya están en una posición gerencial, para que sean más efectivos y puedan alinear el comportamiento a la visión de la organización.