jueves, 1 de septiembre de 2022

Motivando a las personas – Parte 24° – Los mejores líderes son humildes - Carlos Sicurello



Motivando a las personas – Parte 24° – Los mejores líderes son humildes  -  Carlos Sicurello

En los negocios encontramos problemas que son cada vez más complejos, ninguna persona tendrá siempre todas las respuestas. Por eso la humildad se convierte en una de las características fundamentales de los líderes. 


Lo importante es lo que se puede hacer junto a otras personas para resolver problemas. Funcionaría más o menos así: un líder ha hecho su aporte, y luego da un paso atrás, creando espacios para que otros puedan contribuir. Sin humildad es difícil aprender y dejar espacios a otros para que aprendan y crezcan. 

En diversos estudios sobre los factores críticos que explican el buen clima de trabajo en las empresas y la percepción de inclusión de los colaboradores en los equipos de trabajo, se ha encontrado que uno que sobresale es la humildad del líder. Los colaboradores que perciben el comportamiento humilde de sus líderes también informan ser más innovadores, más propensos a involucrarse en equipos de trabajo.

Para promover la inclusión de los colaboradores, los líderes deben adoptar un estilo de liderazgo desinteresado “humilde”. Estas son algunas maneras prácticas para lograrlo:
 
 a) Compartir los errores: Cuando los líderes muestran su propio crecimiento personal, legitiman el crecimiento y el aprendizaje de los demás; cuando admiten sus propias imperfecciones y se presentan más humanos, hacen que los otros sean falibles también.

b) Dialogar: Otra forma de practicar la humildad es involucrar a los otros a que expresen sus puntos de vista. Esto no significa debatir o ganar con  argumentos. Los líderes humildes pueden suspender sus propias agendas y creencias facilitando la participación e involucramientos de los colaboradores.

 c) Mostrar incertidumbre: Cuando los líderes humildemente admiten que no tienen todas las respuestas, crean el espacio para la interdependencia y para que otros puedan dar un paso adelante y ofrecer soluciones


Finalizando, un líder humilde no debe ser confundido con uno débil. Se necesita mucho coraje para practicar la humildad en las formas descritas anteriormente. Sin embargo, lamentablemente, este tipo de coraje no siempre se ve recompensada en las empresas. Muchas organizaciones harían bien si desarrollaran un liderazgo efectivo a través de la humildad.

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